Este 1 de febrero, el Movimiento Misionero Mundial en el Perú, tuvo una gran victoria. Todos unidos, tanto pastores, líderes y miembros de esta misión, celebraron la bendición de adquirir la propia señal FM, convirtiéndolos en una de las emisoras cristianas más grandes del Perú; victoria que resonó en todos los medios de comunicación, enfatizando la salida de Radio Oasis para dar pase a Bethel Radio.

No lo vamos a dudar, el esfuerzo para que un mensaje de esperanza llegue a más corazones dio resultado. Dice el salmo 126: 5:“El que con lágrimas siembra con regocijo cosecha”, y esta victoria son las lágrimas silenciosas de un pueblo que clama y ora para que este mensaje de salvación llegue a miles de almas, alcanzando la verdadera libertad. Y Dios lo hizo posible una vez más a través del misionero Bethel. 

No, esto no es algo por el cual tenemos que jactarnos, sino para reconocer una vez más la grandeza de un Dios que hace posible lo imposible, de un Dios que usa todo recurso humano para que su nombre sea exaltado y su poder sea manifestado en la tierra usando su obra. Gracias, pueblo peruano, por ser un ejemplo para las naciones, por animar a sus hermanos en la fe a seguir esos pasos de valentía y convicción. Son un ejemplo a seguir. Gracias, pastores, gracias líderes, gracias pueblo de Dios.

La obra del Movimiento Misionero Mundial seguirá avanzando porque el tiempo es corto y hay muchas almas por alcanzar. Esto es solo el inicio de lo que Dios hará (Hageo 2:9).