No descuidemos la búsqueda de Dios, necesitamos su presencia, necesitamos la vida, el poder y su Shekinah. Hay que permitir que El Todopoderoso haga una obra real en nuestras vidas, hay que tener cuidado con olvidar nuestra esencia, nuestro fundamento en la Santa Palabra de Dios.

La iglesia es un conjunto cooperativo, no que compite, sino que coopera. Esta obra tiene una identidad y un diseño, el vivir en la santidad y unidad por la salvación de las almas. No estamos por emoción, ni para satisfacer a la gente, sino estamos para impartir el mensaje del cielo.

Cuando el espíritu Santo desciende hay sanidad, hay liberación, Él es el poder que convence al mundo del pecado, que en medio del sufrimiento y la angustia nos consuela. Dios te ha permitido que entres en ese silencio, en ese proceso que hoy estás viviendo, porque Él va a trabajar contigo y serás testigo del poder del Espíritu Santo en tu vida.

En el primer servicio de la 30° Convención Nacional en Panamá, el Rev. Rubén Concepción, Oficial Internacional de la obra del Movimiento Misionero Mundial, fue el expositor del mensaje del cielo, citando el libro de San Lucas 24:19, Hechos 1:4, 2:1, con el tema: “A la espera del recibimiento del poder de lo alto"