Si no se tiene cuidado de seguir la sana doctrina; que es nuestro fundamento, la iglesia pierde la santidad y el temor a Dios, pierde el Santo Espíritu.

Como cristianos debemos protestar en cuanto a la integridad y credibilidad de la Iglesia, cuando veamos que se están olvidando o pasando por alto las bases fundamentales del evangelio, negarnos rotundamente a que esto continúe y defender a toda costa nuestra fe.

Es el Espíritu Santo que está clamando por una Iglesia Santa, y nos dice que no dejemos el verdadero mensaje, la sana doctrina. No podemos arriesgarnos a que la Gloria de Jehová nos deje, a que la Shekinah de Jehová nos abandone por profanos, liberales y por aceptar otro evangelio.

Solo queda un remanente muy pequeño que ama la sana doctrina y parte de él, somos nosotros. No podemos ceder, ni complacernos o apoyar a quien se está saliendo de la santidad.

Hoy realízate las siguientes preguntas:

¿Estás predicando el evangelio que Cristo predicó? ¿Estás predicando el evangelio que los apóstoles predicaron y que se encuentran en las epístolas? ¿Estás viviendo verdaderamente en la sana doctrina? ¿Vives la santidad?

Nosotros creemos en la santidad tal y como es, no debemos cambiar el mensaje, ni permitirlo que lo hagan. Tener una carga profunda por las misiones y defender nuestros principios cristianos.

El Rev. Arturo Hernández, fue el expositor del mensaje del cielo en esta actividad.