A veces Dios permite crisis y dificultades, como que el enemigo se levante y nos ataque, que se vuelva como un gigante y nosotros nos veamos pequeños e insignificantes. Dios permite esta situación para que en medio de esta aparente desventaja podamos ver el respaldo, la manifestación y la Gloria de Dios, esto hace que nuestro cristianismo sea fuerte y tengamos un cimiento perpetuo, una fortaleza en Cristo.

Cuando faraón se enfrentó a Moisés, él conoció quien era Dios, porque tomaba por poco quien era el Salvador del pueblo de Israel y le mandó las 10 plagas. Cuando el pueblo estaba siendo perseguido por el ejército de faraón, había una nube que guiaba su camino, su salida.

Allí Dios les enseñaba acerca de su Shekinah, y ellos le adoraban y empezaban a sentir su presencia. Entendiendo el propósito del Señor, que Él siempre va a adelante y  protege a su pueblo, protege a los que ama.

Cuando nosotros tenemos comunión con Dios somos de bendición, cuando andamos en el espíritu transmitimos: gozo, paz, santidad y paciencia; somos de inspiración para los demás y brindamos confianza y seguridad, porque vemos que todo lo que hacemos es respaldado por el Todopoderoso.

Necesitamos la dirección de Dios, prescindimos que en todas nuestras decisiones Él esté presente, porque nos va costar mucho hacer cosas fuera de su dirección. Si en todos nuestros momentos aprendemos a depender de Dios, nosotros seremos guiados por su Shekinah, y es esa presencia la que nos va a dar protección y victoria.

Durante la 52ª Convención Nacional en Colombia, el Rev. Luis Meza Bocanegra, fue el portavoz del mensaje del cielo, citando el libro de Exodo 33: 7- 11, con el tema: La Shekinah Protege y dirige a Moisés y a Israel.