Por tres días, el Centro de Convenciones Chattanooga, en el estado estadounidense de Tennessee, se convirtió en el escenario específico de Dios. Una gloria más allá de lo real fue lo que presenciaron miles de almas contemplando una atmósfera celestial.

Los tres días de convención quedaron pequeños ante las maravillas que observaron las almas, quienes, a su vez, se condujeron hasta el condado de Hamilton, sureste de Estados Unidos para adorar a Dios. Las diferentes delegaciones de América del norte, se hicieron presente en común con la delegación de pastores de Colombia, Panamá, Perú, México; así como el presidente del Movimiento Misionero Mundial, Rev. José Arturo Soto.

 La palabra de Dios fue clara y concisa, siguiendo el lema que selló este magno evento: “Disponibilidad al sacrificio”. Las alabanzas entonadas por voces melodiosas y los instrumentos que resonaban en toda la plataforma, hicieron que el Espíritu de Dios descendiera como un fuego abrasador.

Una vez que cada ponente, usado como un instrumento de honra, al tomar el micrófono y escuchar el mensaje que provenía directamente del corazón de Dios, las vidas recibían fortaleza, consuelo, liberación y sanidad Divina.

A través de Bethel Televisión, otro gran número de almas presenciaron la celebración, recibiendo, mediante sus pantallas, la misma bendición que transmitía la Convención Unida. Sin duda, la gloria postrera de esta casa será mayor que la primera. Adelante Movimiento Misionero Mundial, si Dios está contigo, nadie contra ti.