“¡Cristo ha cambiado mi vida!”, gritaba a los cuatro vientos. Doce fueron las veces que me quise suicidar, con un padre altivo y lleno de comodidades, entré a prisión a causa de mi rebeldía. Estando en aquel horrible lugar, sentí que no tenía futuro, sentí un gran odio por la sociedad, odio por mi familia.

Una tarde, estando solo, en medio de la oscuridad, una mano tocó mis hombros. Era indescriptible lo que sentía. Aquellas manos me llevaron espiritualmente a un pequeño templo que había en medio de la prisión. 

Al llegar al pequeño lugar, una atmósfera de amor inundó mi corazón, caí de rodillas y después de tres horas clamando por mi liberación, los demonios salieron de mi vida. Hoy, después de tantos años, puedo decir que no hay problema que impida que el plan de Dios obre en tu vida. 

Aquello que parecía imposible, hoy es un milagro para el Rev. Marcos Neyra, pastor en MMM Chiclayo. Después de declarar los milagros en su ministerio, en el culto misionero, se oyó en todo el estadio un estruendo de una gran multitud: "¡Heme aquí Señor, yo quiero ir!". Miles pasaron al altar, rindiendo su vida al Salvador de nuestras almas. 

La fiesta espiritual aún no termina. Del 5 al 10 de enero sigue nuestras transmisiones por las distintas redes sociales. Dios sigue derramando de su Espíritu ¡Prepárate!